(Un fuerte cruce se produjo entre el periodista Jorge Lanata y el intendente de El Calafate, Néstor Méndez, por radio «Del Plata» sobre la entrega de tierras fiscales a personas vinculadas al presidente Néstor Kirchner. El diálogo tuvo momentos tensos con duras acusaciones. Veamos.)
NESTOR MENDEZ: Buenas tardes Jorge, en buena-hora que puedas informarte, pero informarte antes de escribir, porque lo estaba escuchando al señor Barabino ( periodista que aportó originalmente la información) de Río Gallegos y yo creo que ustedes tienen que establecer toda una situación informativa con respecto a El Calafate, establecer bien que acá se trata de una opinión en contra del gobierno y en contra de mi persona.
Jorge Lanata: (Méndez sigue hablando) No, Méndez, mire... Vamos a...
N.M.: Yo te aclaro esto, Jorge, porque vos no podés opinar de mí; yo no puedo opinar de vos. Te aclaro que escuché muchas veces a gente decir que sos homosexual y no puedo decir que sos homosexual porque no te conozco.
J.L.: (Risas) Me encantó. ¿Sabe qué, Méndez? (Méndez sigue hablando sin parar.) ¿ Méndez?... ¿Méndez? Yo soy homosexual, no se preocupe por eso; es más, Méndez, si usted lo busca, hasta le podemos echar un polvito. Ahora, yo lo llamo por un robo que usted autorizó. ¿Me entiende? (Méndez sigue hablando de fondo.) ¡Escúcheme, Méndez! Usted me está preguntando si soy gay y yo le estoy preguntando si usted es ladrón, Méndez; usted y el presidente al que usted le dio por decreto tierras fiscales...
N.M.: Jorge, yo les doy a usted, al Presidente o a la persona que quiera invertir en El Calafate y me alegra que un terreno que vale 4,50 pesos valga 120 pesos; yo no pretendo venderle algo a la gente que valga 7,50 y que luego valga 4 pesos. Eso sería tristísimo para un pueblo, digamos, que el Estado tenga un precio fiscal al valor inmobiliario local; eso sería deprimente para El Calafate.
J.L.: Mire, Méndez...
N.M.: Jorge, ¡dejame hablar, dejame hablar a mí! Si no, ¿para qué me llamás? Hablá vos si es así.
J.L.: No, no lo estoy llamando para preguntarle; usted es un poquito patotero, me parece. Escúcheme, Méndez; esto no es El Calafate; está saliendo por una radio, sea persona, Méndez, sea persona; esto no es El Calafate; acá no se patotea a la gente como en El Calafate. Tómeselo con calma. ¿Me deja hacerle una pregunta?
N.M.: Pero sí me llamaste.
J.L.: Hasta ahora, no le pregunté nada, sólo le respondí sobre mi sexualidad, Méndez.
N.M.: Bueno, yo voy a responder lo que yo quiero. Escuchame, Jorge... Esto corrobora más lo que a veces me he permitido decir: que la única impunidad que hay en este país son las pelotudeces que dicen ustedes, porque ésa sí que es gratis, ¿viste? Porque yo no tengo un hotel de 60 habitaciones porque el hotel que está cerca de mi casa no es mío y no tiene 60, tiene 86 habitaciones. Empezando por ahí, largá información un poco más precisa porque, si no, a la gente siempre le largan algún pescado podrido. Otra cosa, me parece bárbaro que el Presidente y otra gente inviertan en El Calafate; sería un intendente pelotudo si les dijera no compren acá porque los periodistas me van a cuestionar, me van a criticar; a ver si Lanata me está escuchando o se van a abrir algunas informaciones que por ahí son totalmente falsas, pero bueno, sabe algo, la gente también, vos estás con «Perfil» en contra del gobierno, en contra del doctor Kirchner; Barabino toda la vida va a estar en contra de Kirchner desde que era gobernador. Es decir, aquí vamos a decir las cosas para que le quede claro a la gente qué es lo que nos quieren vender.
J.L.: Cuando usted quiera, le pregunto, ¿eh? Dígame usted.
N.M.: Yo te pregunto esto: como intendente, ¿qué más quiero que el Presidente inviertaacá, que todos los argentinos inviertan acá? Bienvenidos, que vengan y compren.
J.L.: ¿Le puedo preguntar ahora?...
N.M.: Sí.
J.L.: Yo le voy a dar una lista y quiero que usted me la confirme, simplemente.
N.M.: Mirá, yo tanta memoria no tengo; les di terrenos a más de 10 mil tipos.
J.L.: No se preocupe, escuche la lista, nada más. ¿Usted les dio tierras a: Claudio Kirchner, sobrino del presidente; Rudy Ulloa Igor, ya lo conocemos; Oscar Zaeta, escribano oficial; Vidaurre, Leandro, asesor legal; Pablo Grasso, testaferro empresario; Oyarzún, Fabio, secretario de Gobierno; Sánchez Noya, Alvaro, secretario de Planeamiento; Zaeta, Oscar Osvaldo; Mazú, Matías, intendente de Río Turbio; Mario Layún, vocal del Tribunal de Cuentas; Meyer, Federico, hermano del secretario de Turismo; López, José Francisco, secretario de Obras; Magliot, Jorge, secretario de Obras; Cristina Fernández, primera dama (sigue una larga lista)... y usted mismo, intendente local.
N.M.: Bueno... Está diciendo boludeces.
J.L.: Si esto es una boludez, le leo los números de trámites y cuántos metros le dio a cada uno.
N.M.: Es una boludez que toda esta gente esté proscripta para invertir en El Calafate. Esta es una proscripción absurda de parte tuya.
J.L.: No, mire, Méndez. Si hay alguien que no está proscripto, es usted, que fue cuatro veces intendente de El Calafate, o sea, tuvo cuatro reelecciones, o sea que proscripto no está, no se preocupe. Contésteme: ¿hay 3 mil personas esperando tierras fiscales en El Calafate?
N.M.: No, tantos no son.
J.L.: ¿Siguen faltando agua, energía, gas y cloacas en la ciudad?
N.M.: ¡Ojalá falte, porque eso es sinónimo de que crece!
J.L.: ¿Ojalá?
N.M.: Sería una cuestión totalmente desfavorable que en El Calafate nos sobre agua y no tengamos habitantes, como pasó tantos años postergada la Patagonia.
J.L.: Nosotros tratamos de comunicarnos con usted durante toda la semana y nunca nos atendió. Agradezco conocerlo, sinceramente. No sabía que era tan ignorante y tan bruto.
N.M.: Buenas tardes, adiós.
